07/04/2025
El palto es sensible a altos niveles de sal y sustancias tóxicas en el suelo, lo que puede ocurrir por varios factores, como el agua de riego con alta salinidad, la falta de lavado de sales o un uso excesivo de fertilizantes. Este problema es más común en zonas áridas o semiáridas donde las lluvias son bajas y las sales se acumulan en el suelo. Es importante conocer la calidad del agua de riego para gestionar adecuadamente el riego y la fertilización.
Efectos de la salinidad en el cultivo
Efecto osmótico: Un alto contenido de sales dificulta que el palto absorba agua, lo que puede reducir la fotosíntesis, el crecimiento y la capacidad de la planta para regular su temperatura.
Efecto fitotóxico: El exceso de ciertos iones, como el cloruro (Cl), sodio (Na) y boro (B), puede dañar las hojas y raíces del palto. Esto puede causar necrosis (daño en las hojas), disminución del crecimiento y pérdida de hojas.
Efecto sobre el intercambio de gases: La alta salinidad puede disminuir la transpiración y causar asfixia en las raíces, lo que afecta la absorción de agua y nutrientes.
Manejo de la salinidad Para manejar la salinidad, es fundamental hacer análisis regulares de la salinidad del agua de riego y del suelo. Si la salinidad del agua de riego es alta, es necesario realizar un lavado de sales con más agua para evitar que se acumulen cerca de las raíces.
El palto es más sensible a la salinidad cuando la Conductividad Eléctrica (CE) del agua de riego es mayor a 0,7 dS/m, por lo que es necesario aplicar más agua para desplazar las sales del sistema radicular. También se deben aplicar fertilizantes con menor concentración si el agua de riego tiene alta salinidad.
Enfrentar problemas de fitotoxicidad y sodicidad Para tratar la fitotoxicidad (daños causados por iones tóxicos), se pueden hacer lavados del suelo, usar patrones más tolerantes a sales y aplicar materia orgánica para reducir la absorción de iones tóxicos.
Cuando el problema es la sodicidad (alto contenido de sodio en el suelo), se puede usar yeso agrícola para mejorar la estructura del suelo y facilitar el drenaje. Esto ayuda a mejorar la infiltración de agua y prevenir la asfixia de las raíces.
En resumen, un adecuado manejo del agua de riego, la fertilización controlada y la aplicación de técnicas como el lavado de sales y el uso de enmiendas (como el yeso) son claves para el éxito del cultivo de palto en suelos salinos.